17 diciembre 2011

Vía Christi

En Junín de los Andes se encuentra el Vía Christi. Un parque religioso que con esculturas de inigualable calidad nos ofrece un recorrido por los principales momentos de la vida de Jesús.
El recorrido guiado lleva unas 3 horas, y es un espacio muy rico no solo desde el punto de vista religioso sino también histórico, cultural social y espiritual, un momento de diálogo con Dios y con uno mismo.
El arquitecto Alejandro Santana es el director del proyecto y el autor de la mayoría de las esculturas. 



1ª Estación: El nacimiento
Empieza a mostrarnos la importancia de la interculturalidad, en los rostros se perciben rasgos hispanos, mapuches, criollos y mestizos, como un signo de la unidad que hay que construir.
También destaca la alegría del momento que se refleja en las enormes sonrisas de los personajes.


2ª estación: El bautismo
El artista eligió 'una gota' mostrando la menor expresión del agua vivificadora.
En muchas de las estaciones se eligieron rostros de diferentes personajes de nuestra historia y contemporáneos, en este caso Juan el Bautista, en manos de Jesús, es el sacerdote Antonio Mateos, que ha bautizado a 3 generaciones de habitantes del lugar. 
El sacerdote se ha representado con una pequeña figura frente al tamaño de Jesús, poniendo de relieve la centralidad del Mesías, del agujero de su pecho brota el agua del bautismo.
Se completa la idea con los nombres de personas que enmarcan la estación.


3ª Estación: Las Tentaciones.
El diablo se le aparece a Jesús y lo rodea con su cola de serpiente.
Según dice Alejandro, no fue fácil hacer la cara del demonio, por eso eligió una máscara para representarlo y también agregó otros rostros detrás de los cuales el maligno se ha escondido para actuar.
El primero es el rostro del propio escultor, las otras caras son de algunos personajes nefastos de la historia: Bush, Hitler, Stalin y Von Wernich. 
En un costado hay un espejo donde uno al acercarse se ve reflejado, es muy fuerte, no me animé a sacar la foto de mi rostro... pero una advertencia para saber que muchas veces nosotros podemos dejarnos tentar y llevar el mal a nuestros hermanos.
La respuesta de Jesús es clara, hay que tener la vista puesta en Dios.


4ª Estación: Las bienaventuranzas.
Aparece Jesús rodeado de sus discípulos, con rostros actuales:
Los pobres... San Francisco
Los que lloran... una Madre del dolor.
Los que buscan la justicia... Martin Luther King
Los pacientes... el misionero patagónico Domingo Milanesio.
Los compasivos... Madre Teresa.
Los puros de corazón... Laura Vicuña.
Los que trabajan por la paz... El Mahatma Gandhi.
Los perseguidos... Padre Carlos Mujica


5ª Estación: 'Dejen que los niños vengan a mí'
Una escena conmovedora, muy expresiva, inspirada en el padre salesiano Renzo Baldo, que 'en el patio del Colegio de Junín estaba rodeado de los chicos que lo abrazaban con la mayor simpleza, inocencia y alegría'.


6ª Estación: El hijo pródigo.
Jesús abraza al pecador arrepentido. Cargada de simbolismos: el piso un laberinto que al seguirlo en momentos nos acerca más al Padre y en otros nos aleja, pero el destino final es el encuentro con Él; la solidez de Jesús expresada en sus piernas que son dos columnas; la fragilidad del hombre con rostro de niño; una mano de Jesús musculosa y fuerte, muy masculina, la otra suave y delicada, muy femenina, porque Dios es Padre y Madre.


7ª Estación: El Padrenuestro.
Esta es la única en que Jesús no está presente con una figura, las personas representan distintas culturas y creencias, pero que en esta oración encuentran la unidad: cristiano, hindú, judío, musulmán, mapuche, africano y orientales. Todos hijos de un mismo Padre.


8ª Estación: La curación de un tullido en sábado.
El tullido es un desocupado, no puede utilizar su mano hábil y sufre por no poder vivir dignamente. Jesús lo quiere curar, pero el doctor de la ley, representado por el ministro de economía Domingo Cavallo que, levantando el libro de la 'Ley de Mercado', le dice que no hay lugar para él.
Otro detalle interesante, el rostro de Cavallo no tiene ojos, no quiere ver la realidad. Fue inaugurada en diciembre del 2001.


9ª Estación: La multiplicación de panes y peces.
El alimento surge de las manos de Jesús, tomando lo que el niño ofrece y desciende hasta el piso, allí los peces entrelazados inundan todo, sin fin, mostrando la infinita Providencia del Padre.


10ª Estación: Jesús lava los pies a Pedro.
Es muy fuerte la conexión entre la mirada de las dos figuras, su rostros reflejan la alegría y la emoción de este encuentro. Pedro esta representado por la abuela Rosa Cañicul, la pille cuyen (sacerdotiza) del pueblo mapuche de Pullán Pullán.
Cuando se inauguró esta estación vinieron siete comunidades de los alrededores e hicieron una rogativa para 'pedirle permiso a Dios' para que la imagen de la abuela Rosa estuviera presente en esta estación.


11ª Estación: la oración en el Huerto.
Esta fue la primer estación del recorrido que había sido pensado originariamente como un Vía Crucis.
Jesús está postrado en posición fetal, a diferencia de las otras estaciones, sus manos son pequeñas simbolizando este momento de impotencia donde sólo puede abandonarse en las manos del Padre.


12ª Estación: Jesús es apresado por los soldados.
Jesús es atrapado por los soldados, pero frente a Él ellos caen sobre sus espaldas.
Los uniformes son de la década del '70 y en cada bala la inscripción '30000' nos pone la piel de gallina.
La figura de Jesús es imponente,  en todo el piso el mosaico formado con tres letras nos hace leer en todos los sentidos 'yo soy'.


13ª Estación: Jesús es azotado.
Pone de relieve todo el dolor que el hombre es capaz de generar. En el poste al que está atado Jesús se ve un misil, símbolo de la guerra, la carrera armamentista y la ambición desmedida del poder. De la tierra surgen 3 manos: una que ordena, otra que castiga y la otra que pide piedad.


14ª Estación: Jesús carga la cruz.
El carga sobre sus espaldas nuestros pecados, nuestras injusticias. En el madero se representa la fuerte desigualdad de la humanidad con rostros de niños africanos desnutridos.
Está estación no tiene circulo, nos encontramos con Él en medio del camino, que va junto a nosotros y nos ayuda con la carga que muchas veces nos agobia.


15ª Estación: Jesús es clavado en la cruz.
Los tres personajes que aparecen en esta estación tienen un significado relacionado con nuestra historia americana.
 El conquistador español Pizarro que martilla los clavos de un Cristo indígena (sin barba).
El general Roca que lo despoja de sus vestiduras, como despojo a los habitantes de la Patagonia de su rica cultura. Un detalle muy significativo: el uniforme de Roca se encarna en su cuerpo, no se distingue la ropa de la piel.


16ª Estación:  Jesús, María y Juan.
En la cruz, una fuerte unidad entre los personajes, Juan en la figura de Ceferino y María como una de las madres valientes de nuestra historia que en los momentos difíciles, cuando no queda ninguno, permanece fiel al pie de la cruz.


17ª Estación: Jesús entrega su espíritu.
Jesús completamente desnudo, traspasado por lanzas con puntas de proyectiles, se entrega en brazos del Padre con un grito desgarrador que se siente a pesar de la mudez de la piedra.
Muestra toda la debilidad del hombre y la confianza del hijo de Dios.


18ª Estación: La piedad.
Jesús bajado de la cruz está en manos de su Madre. Impresiona lo paradójico de la figura de José de Arimatea, que a pesar de toda la fuerza que expresa solo puede mirarlos impotente con el sudario en las manos.
Es una imagen muy patagónica, María en cuclillas expresa todo su dolor llorando sobre el hombro de su hijo muerto. Una María concreta, no sobrehumana, muy mujer, doblada por el dolor y el sufrimiento y por lo tanto muy cercana.


19ª Estación: Encuentro con la Magdalena
El Resucitado se aparece a María Magdalena. Este momento está dominado por la dinámica de alguien que llama. María se vuelve al escuchar la voz de Jesús, sus rasgos son indígenas, y las miradas de ambos se encuentran.
Jesús está como saliendo de un capullo, simbolizando la Vida Nueva que comienza.


20ª Estación: Los discípulos de Emaús.
La presencia de Jesús en medio de esta pareja: Cleofás y María, que vuelven a su casa con el dolor de haber perdido al Maestro. 
Pero el camina junto a ellos.  
Un Cleofás que dice `¿cómo no te enteraste?' y su esposa compungida: '¿cómo no ardía nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino?' 
Lo masculino y lo femenino, tomados por Jesús. 
En todos nosotros hay una mezcla de incredulidad y esperanza.


21ª Estación: Predicar la Buena Noticia.
Al presentarse entre sus discípulos les muestra su costado abierto. Ellos estaban encerrados por temor a los judíos, y se ven las diferentes actitudes en las posturas de cada uno: alguno que se acerca, otro que alaba, uno temeroso, otro sorprendido, otro que escucha...
Las figuras tienen una forma redondeada, cóncava, como una semilla, ellos son enviados a sembrar.
El mensaje principal es : 'No tengan miedo'.


22ª Estación: Cristo Luz.


Esta en proceso de construcción, si Dios quiere se inaugurará el próximo 8 de diciembre y con está se dará por concluido este trabajo que lleva 12 años, que nació con una idea simple enriquecer un lugar de oración y peregrinación popular que era el cerro de la cruz (les debo la foto).


El lema de este faro de fe y cultura es 'Que todos sean Uno', en la particularidad histórica que nos toca vivir, tendiendo puentes entre las diferentes culturas de la región.


Todas las figuras son de tamaño natural excepto por la de esta estación que tendrá 40 metros de alto.


Extra: Agua Viva.
Aprovechando una surgente de agua, una artista de Buenos Aires, está trabajando en esta escultura que representa la mano de Jesús abriendo la llaga de donde brota el agua de la Vida. La Obra todavía está sin terminar.

1 comentario:

Unknown dijo...

Gracias por reflejar algo tan hermoso, que cada vez cautiva y te ofrece cosas nuevas!!!